diciembre 20, 2011

DEATHBLOW. ÁNGELES NEGROS, DEMONIOS BLANCOS

Posted in Impresiones tebeeras a 10:35 am por ivanolmedo

En el frenesí de la impactante ( por muchas razones ) editorial IMAGE, allá por los 90, uno de sus más capaces fundadores, Jim Lee, inició la publicación de Deathblow como vía de escape personal y ejercicio de estilo. Asombrado por el trabajo gráfico de Frank Miller en Sin City – poderosas luces y sombras – tomó nota y creó a un mercenario mazacote y perpetuamente atormentado adoptando un estilo visual muy similar, donde los bloques de oscuridad y los contrastes son la principal baza de la narración. Lo que empezó casi como experimento sin más, adquirió nueva dimensión cuando Lee dejó pronto los lápices y, continuando al guión junto a su inseparable Brandon Choi, el arte cayó en manos de un incipiente Tim Sale. Los argumentos de esta primera etapa de la serie se centran en el manido tema de las luchas entre Bien y Mal, y de facciones opuestas que buscan para sí el control de objetos y/o personas poderosas, además del ominoso y muy útil engendro maligno que es despertado tras chopocientos años en salmuera. Un ingrediente místico con tintes bastante sangrientos al que se añaden sin cuento Saddam Hussein, los Jinetes del Apocalipsis, la Santa Iglesia y los asesinos en serie de niños. Si bien los guiones buscan impactar con elementos tan sobreexplotados, lo auténticamente valioso de la serie es el trabajo de un Tim Sale en estado de gracia, que consigue que olvidemos pronto los anteriores y breves logros experimentales de Lee. El dibujante lleva al límite su personal estilo, ofreciendo un recital narrativo de primer orden, no necesariamente superado a posteriori en otras obras suyas que quizás tengan más renombre. La apariencia y condición de fast food comiquero que obras como Deathblow ostentan, permiten que en ocasiones sus mayores logros sean pasados por alto.

Tras esta buena etapa de 12 números, Choi y Lee ( y más tarde, sólo Choi ) continúan la serie sin la presencia de Sale, sustituido por otros dibujantes “de la casa”, mediocres en el mejor de los casos. Deathblow no solo pierde en calidad artística, sino también en personalidad propia, quedando lista para ser confundida con cualquier otra colección IMAGE de las más ramplonas, y sin depararnos ya más motivos de alegría ni seguir reclamando nuestra atención.

1 comentario »

  1. Jacint Perez said,

    k chido???


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